miércoles, 6 de mayo de 2015

7- GULA:

La avaricia golosa. El hambre desmedido y material.

La soberbia manda: codicia, envidia, ira, luego lujuria, pereza, y finalmente: gula. Los pecados capitales se encadenan entre sí, se hilvanan como un tejido. Y aunque tenemos distintos pecados capitales "favoritos", sin la soberbia no podríamos cometer ni siquiera uno. Sólo mediante la soberbia podemos codiciar, envidiar, airarnos, evadir y engolosarnos.

La gula es quizás el modo más desahuciado de demostrarla. De demostrar nuestra soberbia, capital en cuanto a voracidad, vicio, materialismo y no obstante vacío. Rompe decencias torciendo valores desde/ para el propio engolosamiento.

ANTI-GULA:

El camino ego-codicia... debe evitarse. Pues siempre termina, invariablemente, en ego-codicia-envidia-ira-lujuria... pereza, ¡gula!. (Este es el último gran pecado, pues implica exageración de otros llevados al extremo. Exageración de soberbia, codicia, envidia, ira, lujuria y pereza... drogadicciones y lascivias por ejemplo.)

Parece muy complejo el término "pecado capital". Pero pecado es, sencillamente, sinónimo de ERROR. Y "capital", que es uno especialmente GRAVE. (Del primero al último, te harán infeliz y querrás disimularlo; esclavo y renegarás de ello; dañino y te irás acostumbrando a serlo. Conciencia adormecida patológicamente.)

No los cometas... sé humilde.

Ora, y entrégale
todos tus pecados
a Cristo... Nadie te
podría ayudar mejor.

viernes, 17 de abril de 2015

6- PEREZA:

La lujuria pasa. La pereza... queda.

La soberbia manda: codicia, envidia, ira, luego lujuria, y luego naturalmente: pereza. Los pecados capitales se encadenan entre sí, se hilvanan como un tejido. Y aunque tenemos distintos pecados capitales "favoritos", sin la soberbia no podríamos cometer ni siquiera uno. Sólo mediante la soberbia podemos codiciar, envidiar, airarnos, fornicar; ser perezosos.

La pereza es quizás el modo más indiferente de demostrarla. De demostrar nuestra soberbia, capital en cuanto a negligencia, mentira, evasión y no obstante manipulación. Rompe confianzas torciendo voluntades desde/ para la propia comodidad.

ANTI-PEREZA:

El camino ego-codicia... debe evitarse. Pues siempre termina, invariablemente, en ego-codicia-envidia-ira... lujuria, ¡pereza!. Y otros pecados capitales que iremos viendo. E iremos haciéndolo bien despacio.

Parece muy complejo el término "pecado capital". Pero pecado es, sencillamente, sinónimo de ERROR. Y "capital", que es uno especialmente GRAVE.

No los cometas... sé humilde.

miércoles, 8 de abril de 2015

5- LUJURIA:

La ira descansa. Pero descansa mal... en lujuria se convierte.

La soberbia manda: codicia, envidia, ira y como subproducto, insospechado quizás: lujuria. Los pecados capitales se encadenan entre sí, se hilvanan como un tejido. Y aunque tenemos distintos pecados capitales "favoritos", sin la soberbia no podríamos cometer ni siquiera uno.

Sólo mediante la soberbia podemos codiciar, envidiar, desatar ira y lujuria. La lujuria es quizás el modo más asqueroso de demostrarla. De demostrar nuestra soberbia, capital en cuanto a descaro y a nuestra impunidad de acción. Rompe la propia dignidad y nos hace seres viciados.

ANTI-LUJURIA:

El camino ego-codicia... debe evitarse. Pues siempre termina, invariablemente, en ego-codicia-envidia... ira, ¡lujuria!. Y otros pecados capitales que iremos viendo. E iremos haciéndolo bien despacio.

Parece muy complejo el término "pecado capital". Pero pecado es, sencillamente, sinónimo de ERROR. Y "capital", que es uno especialmente GRAVE.

No los cometas... sé humilde.

lunes, 23 de marzo de 2015

4- IRA:

La envidia explota. En ira se termina convirtiendo...

La soberbia manda: primero codicia, luego envidia y finalmente explota en ira. Los pecados capitales se encadenan entre sí, se hilvanan como un tejido. Y aunque tenemos distintos pecados capitales "favoritos", sin la soberbia no podríamos cometer ni siquiera uno.

Sólo mediante la soberbia podemos codiciar, envidiar y desatar nuestra ira. La ira es quizás el modo más violento de demostrarla. De demostrar nuestra soberbia, capital en cuanto a atropello y a nuestra impunidad de acción. Rompe vínculos con una mueca como un diablo.

ANTI-IRA:

El camino ego-codicia... debe evitarse. Pues siempre termina, invariablemente, en ego-codicia... envidia, ¡ira!. Y otros pecados capitales que iremos viendo. E iremos haciéndolo bien despacio.

Parece muy complejo el término "pecado capital". Pero pecado es, sencillamente, sinónimo de ERROR. Y "capital", que es uno especialmente GRAVE.

No los cometas... sé humilde.

martes, 23 de diciembre de 2014

3- ENVIDIA:
¿Cómo abrazar al otro cuando tu misma envida es un puñal?
¡Se te clava en tu propio pecho queriendo disimularla!

Tras codiciar... envidiamos, naturalmente; los pecados capitales se encadenan entre sí. Y no sólo envidiamos lujos o "estatus"...

Una de las cosas que más envidamos es la "paz espiritual", increíblemente. Muchos elegimos espiritualidades "alternativas", que hemos "alternado" con cosas que en nada son espiritualidad... mientras que los simples católicos -practicantes- sí han sabido mantenerse coherentes e íntegros... a ellos envidiamos también.

Sí, algo tan intangible (pero omnipresente y crucial) como la paz espiritual, puede también envidiarse, aunque por supuesto envidia y paz espiritual sean especialmente opuestos. "Calidad de vida", termina siendo eso que vía ego-codicia... envidia, no pudimos tener.

ANTI-ENVIDIA:

El camino ego-codicia... debe evitarse. Pues siempre termina, invariablemente, en ego-codicia... y envidia. Y otros pecados capitales que iremos viendo. E iremos haciéndolo bien despacio.

Parece muy complejo el término "pecado capital". Pero pecado es, sencillamente, sinónimo de ERROR. Y "capital", que es uno especialmente GRAVE.

No los cometas... sé humilde.

domingo, 4 de mayo de 2014

2- CODICIA:

Atesoramos dinero... como si fuera vida. Pero la vida nos pasa de largo, evade nuestros esfuerzos y nos enseña que el tiempo real fue el que dejamos pasar.

Dejamos pasar por hacer más dinero, y por creer que eso era vivir. Derrochamos juventud, salud y verdadera vida creyendo que la ahorrábamos.

ANTI-CODICIA:

Abre bien los ojos... no permitas todo por el dinero. Que no ocupe tus acciones, pensamientos, sentimientos, emociones y en definitiva tu alma. El dinero no la paga.

Mira a tu alrededor... este es un mundo básicamente de gente pobre. Reconocerlo es ser realista, agradecido y hasta generoso si eres de los agraciados.

Una mera suerte te separa del resto. Tú no eres más que quienes pasan necesidades y en definitiva representan a este mundo mejor que tú.

martes, 1 de abril de 2014

1- SOBERBIA:

Este es el primero y la madre de todos los pecados capitales. Es decir el peor de los peores...

Mediante ella uno se siente especialmente más importante que el resto, en una forma agresiva:
"Soy una persona que está encantada de ser cómo es,
y al que no le guste, puerta."

Es una forma infantil, pero también egocéntrica y agresiva en grado máximo. Es decir: soberbia.

ANTI-SOBERBIA:

Lo contrario a la soberbia es dar lugar a los demás, basados en no sentirse demasiado mejores.

Uno puede ser el mejor en lo que hace, para dar un caso extremo, y ser humilde igualmente:
"Sé que todo lo que logré es por el esfuerzo de mis padres
que me han brindado determinada educación
y con la ayuda de Dios."

Es también alguien que siente, en definitiva, que son todas "suertes"... y la tuvo buena.
No se adjudica los logros demasiado, por respeto a esa gente con mala cuna
de la cuál no se siente especialmente diferente más que por "suertes" y,
si se quiere, algún designio que sólo Dios conoce y se lo debe.

Tampoco dice: "yo hubiera salido adelante"
pues conoce la realidad.